Camarada Javier Pradera
Santos Juliá
14 diciembre, 2012 01:00Javier Pradera. Foto: Bernardo Rodríguez
Tras ser procesado y encarcelado por su actividad política, recibe la baja, a petición propia, del Cuerpo Jurídico del Ejército del Aire. Corre el año 1961. Como también se le ha cerrado la docencia universitaria el joven Pradera tiene que ganarse la vida. Director de la sucursal española de la excelente editorial mexicana Fondo de Cultura Económica entre 1963 y 1967, será fundador del sello Siglo XXI. Posteriormente será director editorial y miembro del Consejo de Administración de Alianza Editorial entre 1969 y 1989. En esos años, Alianza fue una editorial mítica que se superponía a la figura de un Pradera que, al mismo tiempo, forma parte del equipo que pone en marcha el El País, diario en el que lo fue casi todo y en el que firmó 2.242 artículos entre el 16 de mayo de 1976 ("Vestir al desnudo") y el 20 de noviembre de 2011 ("Al borde del abismo"). Por si esto fuera poco funda y codirige junto a Fernando Savater la revista, high brow, Claves de Razón Práctica.
Para dar cuenta y razón, parafraseando a Ortega, de tan singular y complejo personaje, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores ha decidido articular en tres volúmenes la biografía de Pradera. Este primero, debido a Santos Juliá, el segundo a cargo de Charles Powell, Escritos de la Transición, y el último de Fernando Vallespín, El diablo en la botella. Catedrático de Historia Social y del Pensamiento Político de la UNED, Santos Juliá (Ferrol, La Coruña, 1940) tiene en su haber una extensa obra, y sus publicaciones sobre Manuel Azaña son bien conocidas. Durante años sus análisis políticos han ocupado las mejores páginas de El País; no obstante, en fecha reciente ha puesto punto final a tan larga colaboración.
A primera vista podría objetarse la proximidad de Santos Juliá con Pradera, pero lo que hubiera podido ser un problema ha sido resuelto con acierto. En primer lugar, nuestro historiador sólo se ocupa del período comunista: 1955-1965. En segundo término, se ciñe a la concreción marcada por los acontecimientos políticos de esos años. Pone el foco en el texto crítico enviado por Pradera al Comité Ejecutivo del PCE tras el sonoro fracaso de la huelga nacional del 18 de junio de 1959, la enojada respuesta de Jorge Semprún y la réplica, no menos contundente, de Pradera.
A través del hilo biográfico se perfilan los acontecimientos y los personajes políticos de una España en la que comienza a cristalizar la oposición al franquismo. La minuciosa contribución de Santos Juliá se completa con textos del propio Pradera y una exhaustiva documentación sobre sus avatares políticos.