Península. Barcelona, 2014. 288 pp. 15'90 e. Ebook: 11'99 e.

Fue bautizado como Francisco Sabaté Llopart pero pronto se gano el sobrenombre de el Quico y ya no lo perdió jamás. El Quico fue un maquis adscrito a la práctica de la guerrilla urbana, el último maquis, maquis hasta el final, hasta su muerte en 1960 en una imposible huída de la Guardia Civil. Pilar Eyre (Barcelona 1951) nos sorprende aquí con una historia alejada de sus temáticas habituales pero que demuestra una vez más su irresistible pulso periodístico sin desdeñar por ello el rigor histórico. Nacido en el corazón de Hospitalet en 1914, el año en que explotaba la Gran Guerra, Quico Sabaté ingresaría en su juventud en la CNT. ¿Qué obrero no era anarquista en la Barcelona de aquellos años? La II República alboreaba y los malos tiempos estaban por llegar.



República, guerra, exilio. Y con el maquis el Quico se convierte en leyenda. Pilar Eyre lo acompaña en la clandestinidad de la lucha contra la Dictadura pero también en su intimidad familiar. Atracos, incendios, atentados. Su guerra es una guerra oculta de la que sólo saben los implicados y la policía que tenazmente los persigue. Pero el Quico es escurridizo y pasan los años. Nadie sostuvo una actividad guerrillera durante tanto tiempo. Hasta que el 5 de enero de 1960, en su última incursión, es abatido en San Celoni. Una gran historia que merecía conocerse.