Traducción de Roser Berdagué. Circe, 2014. 350 pp. 19 euros

La primera vez que Hannah Rothschild vio a la "baronesa del jazz", Pannonica/Nica, su mítica tía abuela -olvidada por sus escándalos-, la encontró en un sórdido club de Nueva York. Fue fácil reconocerla: a las puertas del local la esperaba su gran Bentley azul celeste, con dos borrachos repantingados en su interior. "Así a nadie se le ocurre robar el coche" le explicó la anciana, la única blanca del garito, casi borroso por el humo, las olas de whisky y el jazz.



La autora de esta biografía, Hannah Rothschild (1962), ha dedicado casi veinticinco años al libro, elaborado a partir de entrevistas y una apasionante documentación, desconocida en su mayor parte. Y vale la pena el esfuerzo: en 1951 Nica (1913-1988), que se codeaba con aristócratas y escritores y pilotaba aviones, renunció a su matrimonio, a sus cinco hijos y su castillo en Francia, y se instaló en Estados Unidos por amor al jazz y a Thelonius Monk. Charlie Parker, "aquel saxofonista yonqui" según los Rothschild, murió en su apartamento; le dedicaron veinticuatro canciones; persiguió a Miles Davis por la Quinta Avenida, tuvo más de 300 gatos, y prefirió ir a la cárcel en lugar de Monk. Mecenas de los principales músicos, su vida fascinante, desgarrada como una canción, permite a su sobrina reconstruir en este magnífico libro las peculiaridades de los Rothschild primero y la historia secreta de la Edad de oro del jazz después.