El resultado es tan brillante como polémico. García Gual destaca la originalidad de Epicuro al situar la felicidad como meta de la vida humana y la filosofía como vía de alcance. Savater se subleva contra la actual y omnipresente exigencia de ser felices "que tanto nos hace la puñeta", advierte conta las quimeras de la autoayuda y apuesta por una felicidad modesta aquí y ahora. Y Gomá duda de las posibilidadades de aplicación actual de las doctrinas epicúreas, recorre las variaciones históricas del contenido de la felicidad y apuesta por "la importancia del ideal". Y el jardín -o el huerto- florece ante los ojos del lector.
Muchas felicidades
Carlos García Gual, Javier Gomá y Fernando Savater
28 noviembre, 2014 01:00El resultado es tan brillante como polémico. García Gual destaca la originalidad de Epicuro al situar la felicidad como meta de la vida humana y la filosofía como vía de alcance. Savater se subleva contra la actual y omnipresente exigencia de ser felices "que tanto nos hace la puñeta", advierte conta las quimeras de la autoayuda y apuesta por una felicidad modesta aquí y ahora. Y Gomá duda de las posibilidadades de aplicación actual de las doctrinas epicúreas, recorre las variaciones históricas del contenido de la felicidad y apuesta por "la importancia del ideal". Y el jardín -o el huerto- florece ante los ojos del lector.