"Sucios, duros, agresivos y anárquicos", la llamada división de los Filthy Thirteen ejerció como una de las más despiadadas avanzadillas contra las tropas alemanas. Precisamente Jake McNiece fue su líder y alma. Todavía a los 93 años, poco antes de su muerte, bromeaba sobre el número de veces que había sido degradado por un tribunal militar. Pero acto seguido agriaba el rostro: "La guerra es la guerra, un infierno, estás allí para matar enemigos".
De América al Nido del Águila de Hitler, tal es el espectacular periplo de aquel puñado de hombres selecciones para las más especiales y peligrosas misiones: colocar -y retirar- explosivos en los puentes o limpiar minas, siempre por delante del ataque principal. Y por último, la misión más arriesgada que pueda imaginarse: el pathfinder. Un salto en el vacío en medio del territorio enemigo. Menuda historia.