Jean Jacques Rousseau retratado por el pintor Édouard Lacretelle

Traducción de Socorro Giménez. Ediciones UDP. Santiago (Chile), 2015. 148 páginas, 13€

William Goodwin, el padre de Mary Shelley, le escribió a un amigo: "Tengo el empeño de que mi hija se eduque como una filósofa". La madre, Mary Wollstonecraft, miembro de una familia de clase media empobrecida, murió tras dar a luz a la autora de Frankenstein; como el de Rousseau, su nacimiento provocó la muerte de su madre.



Vida de Rousseau & Retrato de madame d'Houdetot (Universidad Diego Portales) une de algún modo las biografías del pensador y de la pionera de la ciencia-ficción, y esposa de Percy Shelley. Como padre del movimiento romántico, Rosseau es "padre" de la misma Mary, que a su vez es hija de la generación que hizo la revolución en Francia y cuya Biblia laica fue El contrato social. El interés de este libro, indudable, está en que muestra no a Rousseau, del que tanto sabemos, sino al Rousseau de Mary Shelley, quien, desde niña, y también al tiempo que escribía la novela que la haría inmortal, leía y releía en las Confesiones y Emilio.



Como Samuel Johnson -en quien reconoció un maestro- , Shelley incluye, tanto en su semblanza de Rousseau como en la más breve biografía de su enamorada, Madame d'Houdetot, detalles mínimos que contribuyen al fascinante, y claroscuro, retrato de un autor "que imparte a las emociones de los sentidos toda la elevación y la intensidad de la delicada y exaltada pasión".