Emilio Arnao. Foto: Archivo

Pura Tinta. Madrid, 2015. 242 páginas. 18€

Con el estilo canalla que ya desplegó en Umbral o el contradiós, entre la mitomanía y la admiración incondicional pero razonada, este nuevo ensayo de Emilio Arnao (Palma de Mallorca, 1966) contribuirá a fijar la figura de Raúl del Pozo como uno de los grandes periodistas de las últimas décadas. Objetivo alcanzado, así pues, para un libro que se propone como reivindicación de un periodismo del que -a juicio del autor- ya van quedando pocos exponentes.



Arnao define a del Pozo en sintagmas que no son moneda común en castellano; su ensayismo es lírico, en la línea del poema en prosa umbraliano, con esa sintaxis retorcida en busca de la expresividad y la música de las palabras. Jesús Nieto, autor del prólogo y columnista, es buen ejemplo de lo que Arnao denomina "articulismo quincallero ilustrado". Un columnismo fresco e irreverente que "busca el metaforismo de la opinión, el verbo sorprendente, el referente cultural abrasivo, la línea contra la línea, reverdecida y quevedesca". Poeta y profesor, Arnao contrapone este periodismo -cuya tradición es larga en castellano, de Larra a Camba, de Ruano al propio Umbral- al "periodismo de trompetilla", que sería el meramente informativo. Es una distinción que el mismo Raúl del Pozo ha integrado con maestría en sus columnas, pues nunca ha sacrificado la precisión y el rigor del dato en el escurridizo altar de la belleza.