Francisco Sosa Wagner

Deliberar. Madrid, 2018. 124 páginas, 12 €

Catedrático de Derecho, historiador, político y escritor, Francisco Sosa Wagner (Alhucemas, 1946) revisita "con un poco de rubor" y mucho humor su trayectoria profesional y personal a lo largo de estas Memorias dialogadas que son en realidad una extensa conversación con José Lázaro. El resultado es el retrato de un hombre culto, bienhumorado, sincero y cabal que se autodefine como "astur-leonés de Marruecos" y que evoca cómo participó, siendo estudiante, en la creación del inverosímil PUTE (Partido Universitario Tecnocrático Español), antes de desgranar, desenfadado y contundente, avatares profesionales, políticos y sentimentales.



Lector apasionado de los grandes del 98 (de Baroja a Unamuno y Valle), fanático de los toros y fundador de un club de fans de Rocío Dúrcal, Sosa Wagner se presenta ante todo como azote de políticos desnortados en impagables páginas en las que, por ejemplo, descree de muchos intelectuales que profesaron el marxismo, a los que retrata como "snobs bastante frívolos" que se mostraban "todo menos indulgentes y tolerantes con quienes no pensaban como ellos. Sus armas eran la burla y la descalificación". De ahí que les sentencie con palabras de Rusiñol: "Quien busca la verdad merece el castigo de encontrarla".



El jurista también se muestra inmisericorde con los nacionalistas ("no rotundo al referendo cuando el gobernante lo utiliza para dar gato de un gatuperio por la liebre de la democracia") y con José Luis Rodríguez Zapatero, su discípulo y amigo, cuya tesina de licenciatura juzgó. Del ex presidente ("buena persona pero de una inanidad exasperante", aunque resplandezca a su juicio "como una mezcla de Solón y Montesquieu" al compararlo con Pedro Sánchez) valora que prohibiese fumar en lugares cerrados y que adoptase los anuncios de "Gobierno de España" que el propio Sosa Wagner intentó trasladar a las instituciones europeas, pero deplora su frivolidad en el tratamiento autonómico, la reforma universitaria - "un desastre sin paliativos"- y "el enfrentamiento entre españoles que revitalizó con la memoria histórica" (p. 91). La construcción del Estado de las Autonomías y las miserias de los partidos políticos y de universidad española son otros temas de este enjundioso y desopilante librito.