Eduardo Martínez de Pisón
Geógrafo alpinista y catedrático, Eduardo Martínez de Pisón (Valladolid, 1937) es autor de una prolífica obra que imbrica la geografía y las artes y en la que abundan tanto trabajos científicos como de divulgación. En este volumen, que cierra la trilogía sobre geografía y literatura iniciada con La Tierra de Jules Verne y el monumental y erudito La montaña y el arte. Miradas desde la pintura, la música y la literatura, el escritor nos invita a transitar por las portentosas, disparatadas y deliciosas aventuras que, a lo largo de los siglos, poetas y escritores han imaginado en ideales descensos al interior del Planeta. Una exploración personal por los límites siempre difusos y dialogantes entre la creación literaria, sean novelas o relatos míticos, y los accidentes y paisajes de la Tierra, por la que desfilan escritores y viajeros de todas las épocas, del Ulises de Homero y el conocido periplo de Dante y Virgilio, hasta Dumas y Julio Verne.La primera de las tres partes, "Viajes en el tiempo", la dedica Martínez de Pisón al interés secular que han suscitado en la imaginación popular grutas, cavernas, volcanes y otros accidentes geológicos, poblados en todas las culturas por monstruos y seres fantásticos, y vistas como puertas de acceso al Infierno o a otros mundos. La amenidad de este viaje histórico no es incompatible con un rigor que evidencian más de doscientas notas al pie y un extenso índice onomástico. La segunda parte, "De Eneas a Lidenbrock", relata las aventuras de los más celebres viajeros a las entrañas de la Tierra, desde los clásicos Telémaco y Eneas hasta el temerario Otto Lidenbrock, protagonista del Viaje al centro de la Tierra de Verne. Todas ellas aparecen espléndidamente ilustradas con reproducciones de mapas, grabados y pinturas de artistas como Botticelli, Jan Brueghel el viejo o Gustave Doré.
"Viajes a una geoda", la parte final, sirve al autor para reivindicar una muy poco conocida obra literaria, Laura, de George Sand, la narración de un onírico viaje al interior de un cristal. Con este simbólico paseo concluye este singular recorrido en el que visiones racionales y científicas se mezclan con invenciones míticas y literarias para mostrar la riqueza del pensamiento humano a través de los siglos.