Lester Bangs

Traducción de Ignacio Julià. Libros del Kultrum. Barcelona, 2018. 592 páginas. 22 €

Los rumores llevaban tiempo circulando (y cuando digo tiempo me refiero a años; a unos cuantos, de hecho): algún editor despistado se había propuesto publicar en España los mejores artículos del crítico de rock Lester Bangs (Escondido, 1948-Nueva York, 1982), recopilados tras su repentina y trágica muerte por su amigo el periodista Greil Marcus, bajo el elocuente título Reacciones psicóticas y Mierda de carburador (1987). El editor no podía ser otro que Julián Viñuales, fundador de la muy recordada editorial Global Rhythm Press, responsable a su vez de revitalizar la tan maltratada literatura musical en nuestro país. Pero, ¿quién se atrevería a ser su traductor? David Foster Wallace se reconocía fan irredento de la prosa de Bangs, y no son pocas las concomitancias estilísticas que existen entre ambos.



Bangs vivió el rock and roll en sus carnes, no fue un mero cronista, y eso se nota en cómo lo escribió

Telúrico, errático, incendiario o espídico son algunos de los adjetivos que podemos asociar a la forma que tuvo Bangs de enfrentarse no ya al concepto de crítica musical (que también) sino a su propia escritura, en un ejercicio de transparencia vital y espiritual muy acorde con las premisas del Nuevo Periodismo, entonces tan en boga. Bangs vivió el rock and roll en sus carnes, no fue nunca un mero cronista o espectador (llegó incluso a grabar unas cuantas canciones), y eso se nota indudablemente en cómo lo escribió. Muchas de las críticas aquí recogidas parecen relatos de ficción (como muestra, léase el célebre "Mi noche de éxtasis con la J. Geils Band"; o el que da título a la colección, basado en buena parte en un álbum de Count Five que nunca existió), pero sobre todo son una fuente inagotable de retruécanos semánticos y erudición. Su traductor tenía que ser por fuerza alguien que supiera bregar en ambos mundos, el musical y el literario, de ahí que sea justo reconocerle a Ignacio Julià las agallas de enfrentarse a un texto no del todo traducible (esos ritmos entrecortados, esos interminables y endemoniados juegos de palabras) y, aun así, salir airoso. Ayudan a ello las notas al pie que se incorporan a esta hermosa edición, primera del proyecto Libros del Kultrum, fundado, cómo no, por el atrevido Viñuales.



Como señala Greil Marcus en el prólogo, la personalísima selección de artículos que componen esta esmerada y suculenta "antiantología" (en su mayoría textos publicados en revistas tan prestigiosas como Creem, Rolling Stone y Village Voice, más unos cuantos y muy interesantes works in progress), pretenden sobre todo "recomponer la imagen de un hombre que creó su propia visión del mundo, llevándola a la praxis y enfrentándose a sus consecuencias". Bangs fue uno de los más fervientes militantes del primer punk, una actitud y un sonido que ayudó a conceptualizar. Sorprende la brutal honestidad con la que Bangs carga contra determinados discos o conciertos de vacas sagradas que no cumplen con sus expectativas (es decir, que no rezuman la autenticidad que exigía para el rock), a costa, eso sí, de enormes broncas por parte de sus jefes cuando no de la propia industria musical; por no hablar de sus tensos encuentros con Lou Reed, a quien se le dedica toda una sección, encabezada por el ya famoso artículo "Dejadnos alabar a famosos enanos de la muerte o Cómo me peleé con Lou Reed y me mantuve despierto" (Creem, 1975).



Pero no todo es violencia verbal en Lester Bangs, pues existen pocos escritos musicales más hermosos y profundos que el que dedicó en 1979 a desentrañar un álbum como Astral Weeks (1968) de Van Morrison, donde se atreve a comparar su lírico misticismo otoñal con la poesía de García Lorca. Ahí queda eso.



Si según Frank Zappa "el periodismo musical consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar para gente que no sabe leer", las imprescindibles Reacciones psicóticas de Lester Bangs nos servirán al menos para desmentir, y de qué forma, lo primero.



@FranGMatute