Jonathan Franzen, el escritor que no encajaba

Lee aquí el ensayo "Echar en falta", uno de los textos de Jonathan Franzen reunidos en El fin del fin de la tierra

Considerado como uno de los más destacados narradores de habla inglesa hoy, Jonathan Franzen (Chicago, 1959) es uno de los autores más populares y polémicos de Estados Unidos. Conocido por novelas como Libertad y Pureza, fue en 2001 cuando dio el salto a la fama con el premio National Book Award, Las correcciones, título por el que ha cosechado 2,8 millones de ventas. De espíritu independiente, sin ataduras con las corrientes de pensamiento más en boga, en su última publicación, El fin del fin de la tierra (Salamandra), rinde homenaje a su editor en The New Yorker, Henry Finder, quien en una ocasión le enseñó que "todo ensayo, incluso si trata exclusivamente de ideas, cuenta una historia". En él, el escritor reúne una colección de dieciséis artículos que muestran la amplitud de miras de Franzen, famoso por su poca inhibición a la hora de divulgar sus ideas sobre los problemas y conflictos del mundo actual, exponiendo periódicamente sus reflexiones y su visión de futuro. Con piezas de marcado tintes autobiográficos, este volúmen incluye reseñas de novelistas clásicas como Edith Wharton y contemporáneos como William T. Vollmann, con una evocación muy especial de su amigo David Foster Wallace, cuya pérdida ya lamentó en su colección de ensayos Más afuera. Provocador e ingenioso, divertido, entrañable o conmovedor, recorren sus páginas ácidos análisis de la política de Donald Trump y punzantes crónicas de viajes por los cinco continentes. Sus palabras llegan, incluso, a la Antártida, ejemplo de la deriva autodestructiva de nuestra especie, y se mezclan con la presencia constante de las aves más bellas, más curiosas y más raras del planeta, que no son sólo un aderezo de color en el paisaje, sino el reflejo de una honda pasión irrenunciable que siente desde 1999. Los ensayos recogidos en El fin del fin de la tierra se presentan como una oportunidad para profundizar e iniciarse en el ideario de este escritor colosal que llegó a decir de sí mismo y su literatura, que "no escribo para todo el mundo. Escribo para la gente que no encaja en él".