Palabras envenenadas
Maite Carranza
7 mayo, 2010 02:00Su habilidad para dar vida a unos personajes bien perfilados, sólidos, sustenta firmemente un argumento cercano a las tramas de novela negra en el que es clave el honesto subinspector Lozano, que llega a la jubilación con la amargura de no haber resuelto el caso de Bárbara, desaparecida cuatro años atrás, cuando tenía quince. Comparte protagonismo con la madre de la muchacha, devastada por el drama; con la amiga de la joven hasta que su relación se enturbió; y con la propia Bárbara, la única que narra en primera persona su angustioso padecimiento. A través de estos personajes se van encajando las piezas de la historia a la vez que se desvelan los recovecos sombríos. Condensada en una sola e intensa jornada en la que el caso estancado se resuelve, esta novela es de las que sobrecogen y escuecen, pero se leen de un tirón, sin respirar.