Fablehaven. La ascensión del Lucero de la Tarde
Brandon Mull
14 enero, 2011 01:00Frente a sátiros, duendes, hadas, náyades… e incluso un golem que está desarrollando su libre albedrío, criaturas fascinantes que se rigen por reglas propias, los dos hermanos -polos opuestos pero muy unidos pese a sus discrepancias-, contraponen su sólida humanidad; dibujados con precisión en pleno crecimiento, dudan, se equivocan y aprenden. Los abuelos, por su parte, lejos de tópicos ñoños, arriesgados e íntegros, resultan figuras muy atractivas por todo lo que conocen en su condición de custodios del mundo mágico, y por todo lo que no desvelan; su manera de mostrar afecto a sus nietos es dejarlos madurar y haciendo frente a sus miedos.Tras haber compartido con Seth y Kendra tantas emociones y trances peliagudos, el final deja al lector relamiéndose ante lo que aún está por venir.