Es posible que a los lectores menos avezados les cueste en un principio situarse en esta obra de Susan Patron -bibliotecaria de Los Ángeles, premiada con la Medalla Newbery-, pero su esfuerzo se verá recompensado. Discurre en Pote Seco, un pueblecito en el desierto de Mojave, donde Lucky vive en una caravana con Brigitte, que se ha hecho cargo de ella al morir su madre, entre vecinos zarandeados por la vida que salen adelante escudados en la amistad.



Cuando Lucky sospecha, erróneamente, que Brigitte quiere regresar a Francia -y sin poder contar con su padre-, el angustioso panorama, a sus diez años, la lleva a huir. En plena tormenta, su fuga supone la prueba en la que se enfrenta a sus conflictos internos. Tanto Lucky, entrañable y con carácter, como Brigitte y sus amigos Lincoln y Miles, convencen por su autenticidad. Patron sabe mostrar de forma honesta y desde los pequeños gestos de lo cotidiano, filtrando un buen humor hermanado con la ternura, unas existencias que ante los reveses sacan a relucir lo mejor de sí mismos. Y nos recuerda que solo precisamos que nos quieran para que hasta el rincón más hosco se convierta en hogar.