Destino, 30 pp., 12'95 e. (A partir de 4 años)

¿Debemos resignarnos a perder aquello que se nos escapa de las manos? ¿Adónde se marchan los besos que se extravían por el camino? Como compenetrado equipo, padre e hijo emprenderán aquí la persecución de aquel que mamá les lanzó desde la estación del tren y fue desviado por el azar de una juguetona ráfaga de viento. A golpe de onomatopeya -como se hace bien patente por ese grito indignado del pequeño que da título al libro-, y luchando por recuperar lo que era de ambos, deberán ir sorteando infinidad de obstáculos, recorriendo ciudades y campiñas hasta descubrir la misteriosa cueva de los besos perdidos.



Allí revolotean inquietas las muestras de amor más variopintas: millones de besos interrumpidos a la espera de que alguien les regale una nueva oportunidad para llegar a sus destinatarios. Un álbum lleno de ternura que se brinda en un cómodo formato -con el que el tándem Goñi-Perez se hicieron nuevamente con el galardón Destino Infantil-, que hará disfrutar a los benjamines de la casa con esta extraordinaria aventura que nos invita a nombrar y poner cara a las emociones más sencillas.