Macmillan, 2012. 14 páginas, 11,90 euros. (A partir de 3 años)

Por más que los padres nos empeñemos en cantar sus bondades, a muchos niños se les resiste el capítulo de la fruta. Puede que entonces, propuestas tan divertidas como la de Orianne Lallemand en este tomito interactivo en el que se plantean siete acertijos en torno a diversos frutos, sean de lo más oportunas. Lo lúdico y el conocimiento caminan de la mano al plantear en texto rimado las adivinanzas relacionadas con un color concreto en las páginas pares, mientras que se destinan las impares a esconder la solución tras una juguetona solapa, que además desprenderá su particular aroma cuando el prelector frote sus dedos sobre el papel. Por todo ello es de celebrar un libro que no solo estimula la imaginación del niño sino que le anima a desarrollar sus sentidos.