Nube de Tinta, 256 pp., 14,95 e. (A partir de 12 años)



Tras el arrollador éxito de El niño con el pijama de rayas John Boyne vuelve a estar de actualidad gracias a la fábula de un niño que flota en lugar de andar para gran disgusto de unos padres obsesionados con no salirse de la norma. El autor irlandés no duda en reconocer que dicha rareza no es más que una metáfora sobre la homosexualidad o cualquier otro "estigma" del que se sabe distinto en una sociedad desconfiada ante los que se salen del redil.



Como en algunos cuentos tradicionales habremos de presenciar la crueldad de una madre que abandona a su hijo por no enfrentarse al juicio de los vecinos, y a la inocencia del pequeño héroe elevándose sobre Sydney para iniciar un fantástico viaje que cambiará su vida: del cafetal de Brasil a las calles de Nueva York y Canadá en las que tropezará con seres excepcionales que, al igual que él, fueron rechazados por su entorno y supieron remontar el rumbo hacia la felicidad definitiva. He aquí la estructura acumulativa que va edificando el relato, por la que cada accidental encuentro cumple una determinada función en la formación del protagonista.



Solo cuando Barnaby logre consumar su ansiada vuelta a casa y pueda recuperar la normalidad, descubrirá que se siente orgulloso de ser diferente.