No es muy común encontrar libros infantiles que desafíen la corrección política, por lo que celebramos la reedición de este cuento popular italiano reconocido con diversos premios, que Roger Olmos recrea con ese derroche imaginativo que le caracteriza. Desde el comienzo comprobamos que Carmela no solo se escaquea de hacer los deberes sino que, en vez de estar agradecida por la sartén que le ha prestado tío Lobo para cocinar una rica merienda, se zampa los buñuelos que debía llevarle y trata de engañarlo sustituyéndolos por boñigas de burro. En manos del genial ilustrador la sartén se torna fabuloso escenario por el que camina la protagonista sorteando infinidad de detalles que van de lo onírico a lo surrealista, y nos vuelven a mostrar las debilidades de esta niña que cae presa de la glotonería y no duda en mentir para salvar el pellejo. En consecuencia, la tradición nos dice que nadie podrá librarla del correspondiente castigo.