La otra cara de este libro necesario está protagonizada por la biografía del pequeño Iqbal , que desde los cuatro años tuvo que trabajar en una fábrica de alfombras en condiciones infrahumanas para saldar una deuda y que, una vez liberado, denunció la situación de otros niños esclavos hasta que una bala acabó con su vida. A pesar de la crudeza del asunto, la autora americana retrata sin dramatismos el coraje de estos dos protagonistas con un texto sencillo y unas ilustraciones que reflejan el costumbrismo de la cultura musulmana. Y como acertado colofón, la cita de Tagore: "Que yo nunca rece por ser preservado de los peligros, sino para alzarme ante ellos y mirarlos a la cara".
Dos historias sobre la valentía
Jeanette Wintter
3 julio, 2015 02:00La otra cara de este libro necesario está protagonizada por la biografía del pequeño Iqbal , que desde los cuatro años tuvo que trabajar en una fábrica de alfombras en condiciones infrahumanas para saldar una deuda y que, una vez liberado, denunció la situación de otros niños esclavos hasta que una bala acabó con su vida. A pesar de la crudeza del asunto, la autora americana retrata sin dramatismos el coraje de estos dos protagonistas con un texto sencillo y unas ilustraciones que reflejan el costumbrismo de la cultura musulmana. Y como acertado colofón, la cita de Tagore: "Que yo nunca rece por ser preservado de los peligros, sino para alzarme ante ellos y mirarlos a la cara".