Desde el premiado Mar de Patricia García Rojo (Premio Gran Angular) hasta el clásico Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite, recomendaciones para que los más pequeños no pierdan contacto con los libros.

Los amigos

Kazumi Yumoto. Nocturna




Celebramos la recuperación de este famoso relato de Yumoto sobre el verano que cambia la vida de tres amigos que espían la casa de un viejo solitario para descubrir en qué consiste morirse. Le observan y se enfrentan a él, aunque la tensión se atempera cuando se involucran en rutinas como desbrozarle el jardín o sacar la basura. A cambio, el viejo, que rejuvenece con ellos, les enseña que la felicidad reside en actos tan nimios como un jugoso bocado de sandía o unos fuegos artificiales a la orilla del río. Los amigos conforma una preciosa novela de iniciación.



El mar

Patricia García Rojo.. SM




La vida de Rob dio un vuelco el día en que el mar se tragó su ciudad. En solo unos segundos su existencia quedó anegada por una gigantesca ola, obligándole a vivir con otros chicos solitarios sobre las terrazas de los edificios que afloraban del agua como pequeños islotes. Retratar cómo vivían de los tesoros rescatados en aquellas casas sumergidas, y compartir otras aventuras en las que no faltan la magia y el amor son algunos de los aciertos de esta premiada novela.



La increíble historia de...mi tía terrible

David Williams. Montena




Williams sigue cosechando éxitos con esta disparatada historia en la que vuelve a hacer gala del humor con sus estrafalarios personajes. En esta ocasión, la pequeña Stella se las tendrá que ver con la malísima tía Alberta -jugadora empedernida y obsesionada por hacerle engullir la asquerosa tarta de ruibarbo-, que trata de ponerle todo tipo de obstáculos para que no herede la mansión familiar. Pero la niña cuenta con la ayuda de un pequeño fantasma para cumplir con la voluntad paterna.



Chanco-Pancho

Maurice Sendak. Kalandraka




Regresamos con este último texto publicado en vida al Sendak más irreverente, al que descubrió a los niños el lado más subversivo de la realidad. El "cochino destino" quiso que el pobre Pancho nunca celebrara su cumpleaños porque toda su parentela terminó convertida en jamón. Así que, a punto de cumplir los nueve, decide festejarlo por todo lo alto. Las ilustraciones nos trasladan hasta la fiesta más loca a la que no faltó ni un cerdo de la comarca.



La princesa y los guisantes

Pacaryl Hart. Maeva Young




Érase una vez una linda muchachita que casi sufre un desmayo cuando su padre le puso para cenar un plato de guisantes. Ni en batido o zumo consiguió Rosalinda tragar la denostada legumbre, así que el médico fue claro en su diagnóstico: "educada, elegante y alérgica a los guisantes", que solo podía delatar el origen principesco de la niña. Un divertido álbum en verso que, dándole una vuelta al cuento tradicional, les gustará a los lectores poco amantes de las verduras.



El Sol, la Luna y el Agua

Laura Herrero. Ekaré




Este álbum ilustrado parte de una preciosa leyenda del folclore nigeriano que se remonta al tiempo en que el Sol y la Luna todavía vivían en la tierra y sufrían porque el Agua nunca les visitaba. Para resolverlo construyeron una gran casa, pero el Agua fue conquistando sus plantas hasta que el Sol y la Luna se quedaron sin espacio y saltaron al cielo.



Nepal

Enrique Flores. A Buen Paso




Los espíritus más viajeros están de enhorabuena con este cuaderno de viaje ilustrado de Enrique Flores que nos muestra la aventura por Nepal a través sus acuarelas narradas: muchos kilómetros alrededor del Annapurna que saben atrapar la soledad del camino, los colores de una naturaleza abrumadora, el calor de los más humildes, y la experiencia transformadora del que se sabe empapar de una tierra. Además, los beneficios del libro se destinarán a la reconstrucción del país tras el terremoto.



Caperucita en Manhattan

Cármen Marín Giate. Siruela




Dicen que los clásicos son para el verano, y qué mejor elección que uno de los textos más extraordinarios de Martín Gaite que Siruela reedita en nuevo formato para celebrar los 25 años de las Tres Edades, ya saben, "de los 8 a los 88 años". Y la escritora salmantina lo logró con creces al trasladarnos hasta un Manhattan mágico en el que Sara Allen penetra para llegar a casa de su abuela y, como una moderna Caperucita, se enfrenta a los peligros que conlleva el paso a la edad adulta.



Los incursores

Mary Norton. Blackie Books




¿Quién no ha sentido cómo le desaparecen multitud de pequeños objetos, como agujas o imperdibles? Tal vez los responsables no sean otros que los incursores, gente diminuta que habita bajo el suelo de los grandes caserones de campo. Las desventuras de la valiente Arrietty cuando entabla amistad con uno de los humanos de la casa son el hilo conductor de esta obra esencial de la literatura inglesa, que conserva su encanto desde que se publicó en 1952.



El abuelo de Zulaimar

Juan Carlos Méndez Guédez. OQO




Como ninguna de sus amigas se animaba a prestarle a su abuelo un ratito, Zulaimar decidió tomar cartas en el asunto y fabricarse uno con imaginación: una sandía a modo de cabeza, un par de salchichones como brazos y una sábana para cubrir el cuerpo bastaron para solventar la carencia y darse los paseos más alucinantes cuando, subidos sobre un patinete, parecía que volaban al tirarse por las calles en cuesta.