Mi primer Quijote
Ramón García Domínguez
6 mayo, 2016 02:00Ilustración del libro
Resulta obligado detenernos en Cervantes cuando todo el planeta celebra el IV centenario de su fallecimiento y los actos se suceden en torno a su figura. En el caso de este Primer Quijote la pretensión es acercar a los pequeños lectores la obra más universal de la literatura española, esa que se atrevió a romper los moldes tradicionales del género y sentó las bases de la novela moderna, esa que nos descubre la ambigua línea que separa ficción y realidad y encumbra como héroe al perdedor.Y el principal acierto reside en despertar el interés del niño al mostrarnos un Don Quijote que parece incapaz de vivir fuera de las fantasías caballerescas. De los preparativos del protagonista antes de iniciar sus andaduras a la vital aparición de Dulcinea, enamorada que dará sentido a todo el periplo. Tras estas páginas que sientan las coordenadas de la historia seguirán algunos de los episodios más conocidos del Quijote, como aquel de los molinos que nuestro héroe creyó gigantes o el fantástico viaje a lomos de Clavileño por el que termina recibiendo tantos palos como chanzas. La compasión del lector se mezclará, entonces, con la risa de estas cómicas tribulaciones que Emilio Urberuaga retrata con su característico humor. Sin duda este "puñadito de páginas" habrán despertado la curiosidad del niño que seguro puede comprender, mejor que ningún adulto, que la fantasía es parte esencial de estar vivo.