Todo un repertorio de aves que se hermanan con las letras del abecedario para conjugarse en perfecta simbiosis: cada letra un pájaro, cada poema un canto que celebra mediante la palabra y las magníficas ilustraciones, la asombrosa variedad del mundo avícola.
Un precioso poemario de Antonio Rubio -poeta y maestro durante cuarenta años- que nos invita a jugar desde el propio título, y combina ritmos, cadencias o registros para demostrarnos que belleza y conocimiento también pueden volar de la mano.