Ilustrador: Víctor Rivas. Anaya, 144 páginas, 12 € (A partir de 4 años)

Pedro Mañas se está convirtiendo en todo un referente para la literatura infantil, como revela el palmarés de premios recibidos durante estos últimos años. En esta ocasión ha sido el Anaya Infantil con una ficción protagonizada por un extraño tándem: el maloliente e inseguro Mr. Muffin y la pequeña Emma, una sobrina apócrifa que irrumpe en su ordenada existencia y lo pone todo patas arriba. A pesar de que Muffin jamás tuvo una hermana, se siente incapaz de cerrarle la puerta a esta jovencita que dice ser su sobrina y aparece en su casa para que la cuide por unos días. No está acostumbrado a los niños y mucho menos a las visitas (de hecho, sufre el boicot de sus estrafalarias vecinas y del hipócrita Mr. Cooper del chalé de al lado). Pero a pesar del abismo que parece mediar entre ellos, la joven será el empujón que necesita Muffin para promocionarse dentro de su empresa de limpieza, aprender a superar los complejos y reírse de sí mismo.



Mañas sigue tirando del humor disparatado con aires de Roald Dahl en unos diálogos que ayudan a sostener el ritmo de la narración, y nos revela a su vez cómo es posible hermanar personajes variopintos y superar las limitaciones que tantas veces se cultivan en la infancia. Un guiño a la ultraprotección de los padres y un interesante espejo para el lector, que encontrará su alter ego repartido entre la figura de la intrépida niña y su retraído tío.



En suma, una novela divertida, con enredo e incluso lance amoroso que encuentra su correlato gamberro en las ilustraciones de Víctor Rivas.