Novela

La luz de la pasión

HUDA BARAKAT

14 marzo, 2001 01:00

Trad. M. Nuin. Seix Barral, 2000 - 188 páginas, 2.200 pesetas

La literatura se ha acercado muchas veces a la experiencia de la locura, intentando explicar el mundo interior de los enajenados. Eduardo Mendoza lo ha hecho en clave de humor. Faulkner, haciéndose eco de los clásicos, ha identificado este desorden con la perspectiva trágica que niega un sentido a la vida. Foucault diría que loco es el nombre que damos al otro, al diferente. Huda Barakat interpreta el delirio como una exacerbación de la subjetividad. La locura es una separación radical entre el sujeto y la realidad, la conciencia y el objeto. El protagonista de La luz de la pasión es un hombre que ha perdido su capacidad de discernir entre sus sentimientos y lo que sucede fuera de él. Por eso, no sabe si realmente ha matado a la mujer a la que ama y es incapaz de explicar la forma en que se conocieron. Sus recuerdos son confusos y desfiguran los hechos. Atrapados por la guerra del Líbano, ambos han vivido una pasión que en ocasiones se muestra bajo la máscara del amor fou, pero que en otras adquiere los rasgos de una fantasía individual, donde no están muy claros los límites entre lo objetivo y lo alucinatorio.

La posibilidad de fijar un canon para medir el valor de la obra literaria no está muy lejos del viejo sueño de encontrar un código moral universal. Ni siquiera Kant fue capaz de fundamentar el juicio estético y la propuesta de Bloom no ha despertado menos iras que la filosofía de la historia de Fukuyama. Ahora que regresa Robbe-Grillet y el nouveau roman, tal vez Dickens y Balzac vuelvan al estante de los desechables. Los que consideren que la narración convencional invita a la lectura pasiva y al consumo fácil, encontrarán muchos alicientes en la obra de Barakat, pues ésta plantea su relato como un laberinto donde lo real y lo onírico se superponen, pero los que estimen la transparencia narrativa de cierta tradición anglosajona, echarán de menos la claridad expositiva de la literatura del XIX.