Novela

De padre francés

Michel del Castillo

16 mayo, 2001 02:00

Trad. de I. Araya y R. Gumucio Andrés Bello, 2001 243 páginas, 1.800 pesetas

Michel nació en un momento inoportuno, al borde de una guerra y en medio de una relación marcada por el egoísmo y la autocomplacencia. Nadie le esperaba y su aparición sólo puso de manifiesto la incapacidad de amar de sus padres. Abandonado por ambos, Michel vivirá parte de su adolescencia como un mendigo, bordeando la prostitución y el suicidio. Son los años de la postguerra y la dignidad es un privilegio asociado a la posición social. Sin embargo, Michel sobrevive a todas las dificultades y se convierte en un escritor de éxito. Su padre, arruinado y con un cáncer terminal, recurrirá a él en sus últimos momentos. Michel no sabe qué hacer y se debate entre la ira, el desprecio y "un sentimiento más turbio aún, la piedad".

Aunque no adopte la forma epistolar, esta novela autobiográfica recuerda poderosamente la Carta al padre, de Kafka. Kafka experimenta miedo e impotencia ante un progenitor lleno de fuerza, salud y autosuficiencia; Castillo siente rabia y vergöenza ante un padre al que describe como su asesino, un miembro de la más rancia burguesía francesa que no disimula sus prejuicios y carece de sentido moral. Kafka lucha contra la miseria espiritual: Castillo contra la miseria material y la ausencia de amor. La escritura no sirve de consuelo. Sólo profundiza el dolor, pero hay algo que obliga a formar frases. No es la vocación, sino la necesidad de "sentirse vivo". Michel del Castillo no ha tenido mucha suerte en el mercado español. En Francia, goza de un merecido prestigio. Aquí sus novelas pasan desapercibidas. De padre francés es un relato extraordinario, intenso y sincero. Duele comprobar la resonancia de algunos textos ante el silencio que ignora obras de mayor calado. No hay que olvidar que España es el país donde La Regenta estuvo más de medio siglo sin reeditar. Confiemos en el tiempo y la justicia poética, que restituyen a cada uno en su lugar.