La vida sexual de Catherine M.
CATHERINE MILLET
5 diciembre, 2001 01:00Catherine Millet no retrocede ante ningún tabú y confiesa que no le interesa la seducción, sino el sexo. Los que actúan así pertenecen a "la comunidad de los que follan mucho", un estilode vida libre y desprejuiciado. Aunque cita vagamente a Bataille y habla del "tiempo suspendido" de los folladores, no hay en el relato esa insurgencia contra la moral que caracteriza a Sade, Nietzsche o Gide. A pesar de su intención provocadora, nos encontramos ante una obra conformista y banal. Reducida a mera compulsión repetitiva, la sexualidad humana pierde su condición de juego imaginativo y creador.
La narración de Millet, claramente inspirada en las teorías de Robbe-Grillet, produce algunos hallazgos verbales, pero también abundan las cursilerías ("la búsqueda del Grial sexual") y, al final, se impone la sensación de estar ante una astuta operación comercial. La publicación simultánea de los desnudos de Millet fotografiados por su marido confirma esta impresión. Es probable que el libro agrade a los amantes del escándalo fácil; los que entienden la literatura de otro modo, siempre podrán refugiarse en los "Poemas para un cuerpo" de Cernuda, que, ante la mortalidad de la carne, se conforman con "un breve espacio/de amor esperanzado".