Lo verdadero es un momento de lo falso
lucía etxebarria
12 marzo, 2010 01:00Lucía Etxebarria. Foto: Begoña Rivas
En conjunto, la novela presenta el retrato negativo de un grupo de clase media formado por gente acomodada, profesionales y artistas. Sexo, promiscuidad, drogas, turbias relaciones de pareja, chanchullos empresariales, falsedades del mundo artístico, literario y mediático ofrecen una estampa coral muy negativa marcada por el egoísmo, la infidelidad y la soledad; en suma, un mundo sumido en el oportunismo, la deslealtad y la mentira.
A esta cualidad engañosa de la realidad responde el título, tomado de una afirmación del cabecilla del movimiento situacionista Guy Debord, según indica el propio texto. Entraría, así, en el propósito de Etxebarria hacer un relato de pretensiones intelectuales y de intención medio política. Sin embargo, si era esa su voluntad, se queda muy lejos de lograrla. La culpa la tienen la precariedad y pobreza de un estilo funcional descuidado, la abundancia de tópicos, los personajes esquemáticos, algún error y caer en la mala literatura (la chica "se abrió dulcemente para él, plena de néctar como una flor nocturna", se dice sin ironía alguna). Por desgracia, la historia no logra trascender el simple costumbrismo crítico.