Vitrina pintoresca
Pío Baroja
18 junio, 2010 02:00Pío Baroja. Foto: Archivo
Vitrina pintoresca es un libro heterogéneo, aunque articulado en torno a la devoción barojiana por lo característico. De alguna manera, la obra enlaza con los conjuntos de estampas del costumbrismo romántico. Lo revelan varios de los tipos que abren el volumen: charlatanes, verdugos, mendigos, gitanos... Lo confirman glosas ligeras de motivos folklóricos adobadas con notas eruditas (la noche de San Juan) y bocetos con el temblor de un paisaje o con la sensibilidad social hacia las afueras urbanas. Figuran también comentarios histórico-antropológicos (sobre el gusto popular por los espectáculos sangrientos) y apuntes incisivos y polémicos acerca de personales obsesiones (judíos, jesuitas y masones).
Las especiales dotes barojianas de observador perspicaz y su rabiosa independencia modernizan esta base romántica. La actitud barojiana de siempre, expresar lo que piensa con la mayor libertad y aun con un punto de desafío, se junta en este libro con un rasgo distintivo: la melancolía matiza el desagrado por lo nuevo (el "reinado de la pacotilla" y el olvido de elementos nacionales característicos) y convierte el rechazo en nostalgia y elegía de una época que tenía su atractivo. Siente Baroja vivamente la pérdida de "carácter" de los tiempos modernos. En eso, creo, seguimos y ello confiere actualidad de fondo a esta miscelánea del ayer pintoresco.