Silvia Grijalba. Foto: Ilaki Andrés

Un indiano treintañero de orígenes humildes, riquísimo y algo tosco, José, vuelve a su Asturias natal dispuesto a casarse con la más guapa del lugar y llevársela a Cuba. Una joven temperamental y refinada, María Luisa, de selecta familia, aunque arruinada por el crack bursátil del 29, acepta el matrimonio, menos por interés económico que por despecho hacia Fernando, conde de Montemar, su amor de toda la vida que la ha engañado. En un breve tiempo posterior al enlace centra Silvia Grijalba (Madrid, 1967) la tormentosa historia de Contigo aprendí. La ausencia de amor auténtico de la mujer se agrava con la taimada irrupción de Fernando. La crisis se resuelve rompiendo María Luisa sus ataduras y emprendiendo una vida consecuente con sus deseos.

Contigo aprendí tiene como objetivo la exploración psicológica de las relaciones sentimentales y el análisis de un carácter fuerte. Aunque existan apuntes sueltos sobre el marco colectivo y notas de exotismo costumbrista, su núcleo es un relato intimista sobre las incompatibilidades emocionales de una pareja con el telón de fondo de numerosas gentes próximas. Como la autora narra más que muestra, produce personajes un tanto esquemáticos y, en consecuencia, convierte un motivo literario clásico, el de la malcasada, en sostén de una trama de corte sentimental. El gran tema de la novela, la insatisfacción anímica de María Luisa, se diluye en una historia efectista.

Al final del libro, una "Nota de la autora" informa de que María Luisa está inspirada en su propia abuela, que en la niñez le contaba "historias de su apasionante vida". A esta prometedora base real le falta una materialización literaria satisfactoria. Resulta desmesurado el afán por idealizar a la protagonista. Le mueve la seria intención de dar entidad literaria a un sugestivo modelo de mujer sin prejuicios, valiente y honesta. No alcanza su propósito, sin embargo, por la perspectiva en exceso melodramática del conjunto de la historia y porque se le escapa el denso mundo interior de la protagonista. Pero Contigo aprendí es casi una primera novela y se ven en ella maneras de saber contar historias instructivas en el futuro. Para ello es imprescindible que Grijalba controle los excesos debidos al entusiasmo que siente por un personaje sin duda interesante.