Salamandra, 2011. 284 páginas

Los almendros en flor de Chris Stewart nada tienen que ver con los sombreados almendros de Marcel Proust. Entre sus ramas no encontraremos sutilezas literarias, giros inesperados, complicadas preguntas o elaboradas respuestas existenciales. Tercera entrega de la serie que comenzó con Entre limones y continuó con El loro en el limonero, Los almendros en flor de este inglés radicado en la Alpujarra granadina puede hacer las delicias del lector urgido por la necesidad de refrescar el panorama de incertidumbre que a diario nos golpea.



Es "la mirada" con que Stewart contempla su entorno y las dificultades cotidianas lo que marca la diferencia. Sin pretender dar lecciones, consejos o vender fórmulas, el ex baterista del legendario grupo Génesis padece de una alegría contagiosa que le hace ver posibilidades donde otros solemos ver tragedias y conflicto. Sin ser un hombre heroico, en su sistema de pensamiento no cabe la idea de la derrota. "Si la vida no te da más que limones, haz una buena limonada" parece ser la base de su filosofía y cada contratiempo es en su escritura una divertida anécdota donde el protagonista puede ser él, su hija, su mujer, su gato, el coche o las ranas del charco. Nada escapa a su observación y así lo lleva al papel, ligero, libre de juicios, dispuesto a sacudirse el barro de las rodillas y marchar directo a la próxima experiencia sin perder la divina capacidad de reírse de sí y consigo mismo. El pasaje en el cual narra la enloquecida excursión de varias horas dentro de un taxi abarrotado con su "familia adoptiva" marroquí es una muestra de la generosidad de Stewart y la delicadeza con la que suele hacer frente a las eventualidades. El tono general de este nuevo libro de Chris Stewart es un canto a la emancipación del hombre, un cauteloso llamado a retirar nuestra esperanza en lo que damos por sentado de antemano. Aceptarlo es el reto.