Decir "Bobby Logan" en Málaga es evocar los recuerdos de toda una generación, que hizo de esta discoteca su punto de encuentro, sobre todo durante los meses de verano. El local, que antes fue pista de patinaje y también cine, despierta tanta nostalgia que sus antiguos clientes se encuentran ahora en Facebook, formando un grupo llamado "Yo también fui a Bobby Logan". En este escenario sitúa el crítico de cine Miguel Ángel Oeste su primera novela, un retrato de grupo donde los sueños de adolescencia de una docena de personajes se estrellan con la realidad y el paso del tiempo. Sus historias hablan de grandes descubrimientos: el sexo, la amistad, las drogas, el amor, la violencia, la libertad y, sobre todo, ese lado oscuro de la vida que durante los primeros años de la juventud se abre ante nosotros como un abismo tentador. Se oyen en sus páginas ecos de cierta literatura anglosajona, de Irvine Welsh o de Nick Hornby, dos autores que también hacen de lo musical mucho más que un trasunto.
Los personajes, chicos y chicas de un barrio humilde, no encuentran en la vida el modo de aprovechar las olas, del mismo modo que lo hacen cuando practican el surf en las playas de su ciudad, y acaban arrastrados por la fatalidad. Tal vez haya una sola protagonista y sea la pandilla. Tal vez sólo haya un asunto, y sea el efecto del tiempo en nuestros sueños. Sea como sea, merece la pena conocer lo que nos cuenta Oeste para llegar hasta ellos.