280 páginas, 16 euros

Un viaje de Madrid a Marruecos, de nuestra cultura a la cultura judía, a través de tres personajes que encarnan tres maneras de perseguir la felicidad, es el soporte argumental de esta novela, la séptima de Esther Bendahan. Su título, Tratado del alma gemela, anuncia un contenido subordinado a los postulados del "tratado": poner a su servicio una peripecia cultural y vital de manera que la obra se arrime a ese costado discursivo.



Su trama ofrece un asunto extraordinario: un bufete de abogados recibe el encargo de una clienta, Perla B, para gestionar su herencia, legada a dos hombres que no se conocen (ni saben que son hermanastros) y que deben viajar al lugar de origen de esa mujer para recuperar la "Torá", una especie de Biblia de la familia. Son dos tipos de rasgos opuestos: Ambram, rabino obsesionado por hallar "su alma gemela", y Daniel, de vida dispersa. A ellos se suma Mercedes, judía, casada y con hijos. Los tres se convierten en contrapunto de este "tratado" colmado de referencias a la cultura sefardí, y organizado en capítulos que ocupan de manera diferencial y conjunta. Porque la tesis necesita de cada uno para postular sus procesos de conciencia hasta concluir que el destino no es un lugar, sino uno mismo. Tesis defendida con más fuerza que emoción, aunque el conjunto rebose ambición literaria.