Traducción de Javier Albiñana. Anagrama. 138 páginas. 14'90 euros

La última novela de Jean-Philippe Toussaint (Bruselas, 1957), La verdad sobre Marie, que ganó en Francia el premio Décembre en 2009, es la tercera obra de una magnífica trilogía. Como en sus demás libros, deslumbra su escritura tan cinematográfica, objetiva y que avanza por secuencias, imágenes que aparecen en el libro bajo diferentes velocidades. Todas parten de una idea, en este caso la de un caballo de carreras en la bodega de un avión que vomita mareado por las turbulencias. Veremos como el caballo, que aparece en diferentes momentos de la narración, al igual que la prosa de Toussaint, precipita los hechos.



La verdad sobre Marie es una prolongación de los dos libros que la precedieron, Faire l'amour (2002) y Fuir (premio Medicis, 2005), y los tres ponen en escena al enigmático personaje de Marie, la businesswoman implantada en Asia con apartamento en París. La noche en la que comienza la novela, el narrador está con una mujer en la cama y Marie con otro hombre. Cuando éste muere repentinamente, Marie llama al narrador, que acude al cuarto en donde acaba de hacer el amor con su rival. Es el mismo comienzo de las dos novelas anteriores: una pareja que se separa pero que continúa queriéndose y esa doble imposibilidad, la de vivir juntos y la de cesar de quererse, será el detonante del relato.



La narrativa de Toussaint avanza por escenas de gran intensidad. La del caballo desbocado en el aeropuerto de Narita, la de Marie ante el cadáver o la de Marie en casa de su padre, sin que por ello existan verdaderos diálogos. A través de estas escenas, crea una reflexión sobre la función de la escritura y la fragilidad de las imágenes literarias. Así, la inteligencia y agudeza de este libro radica en este doble tratamiento de la trama. ¿El caballo Zahir es, en realidad, ese animal salvaje que no consiguen detener o la mente del escritor tratando de dominar la imaginación, las palabras, las imágenes que una tras otra darán La verdad sobre Marie? Son esas "imágenes extraordinarias", que nacen de la tensión que se siente en las escenas descritas por Toussaint, las que hacen de esta novela una espléndida historia de amor imposible entre dos personajes que se encuentran en el desencuentro.