La Esfera de Los Libros. Madrid, 2012. 472 pp. 21'90 e. Ebook: 9'49 e.

La gran aventura del Reino de Asturias, y Moros y cristianos, son los dos títulos que preceden a la reaparición de Esparza (Valencia, 1963) como divulgador de ficciones tejidas con historias medievales. Este nuevo relato, El Caballero del Jabalí Blanco, viene rotulado con el subtítulo "la novela de los pioneros de la Reconquista", lo que da una idea del marco temporal en el que se desarrolla la acción, y va dirigido, como sus predecesoras, a proporcionar entretenimiento a curiosos y aficionados a relatos históricos, a quienes gozan de la reconstrucción ambiental, agradecen personajes que encarnen valores humanos válidos para cualquier tiempo y se dejan conducir por un estilo ágil y fluido. De tales ingredientes dispone Esparza para distraer a su público con un protagonista que no bebe de la heroicidad habitual en esta clase de epopeyas: Zonio de Mena, (uno de los firmantes del fuero de Brañosera, en el año 824) hijo de un matrimonio de campesinos, "cristianos rebeldes" que, desde la montaña cantábrica, decidieron emprender la reconquista de sus tierras.



Esta "es la historia de lo que pudo ser" el comienzo de Reconquista, entre el año 780 y el 830, dice su autor, y estos "pioneros" son los protagonistas anónimos de una historia de amor y guerra narrada por el propio protagonista cuando, próximo a los 60 años, decide relatar su vida, la de sus gentes y la del poder decisivo del rey Alfonso el Casto en esos decisivos comienzos contra el emirato de Córdoba. A esta voz hay que objetarle el abuso del tono narrativo y descriptivo, imprescindible en un discurso de estas características, pero necesitado de más diálogo para equilibrar las formas discursivas que convierten una buena historia en un gran relato.