Alan Pauls. Antonio Heredia

Anagrama. Barcelona, 2013. 216 pp, 17'90 e. Ebook: 13'99 e.



Hay algo de titánico y de heroico en esta Historia del dinero de Alan Pauls (Buenos Aires, 1959), tanto por la dificultad del reto que asume, como por el agónico esfuerzo de sus personajes. Lo que aquí se describe con tan rotundo título, no es, claro está, una historia del dinero, sino el relato de los movimientos sentimentales y vitales, los alzas y caídas en desgracia, de una familia adinerada argentina, al compás de los azares personales y económicos de una nación en tiempos inestables y convulsos: los últimos años sesenta y la década de los setenta del pasado siglo.



La anécdota es un accidente de helicóptero (¿fortuito, o provocado?) en el que fallece un importante empresario de la siderurgia sin que los buceadores lleguen a encontrar su maletín con una importante suma de dinero. El niño y adolescente que registra los acontecimientos y toma la voz en la novela, trasciende pronto ese chocante misterio, acontecido en tiempos de lucha sindical y pre-golpe militar, para guiarnos por vericuetos habitados por fantasmas, obsesiones, problemas familiares y separaciones matrimoniales, pero sobre todo levanta un homenaje a una figura paterna tan imposible como admirada: un irredento adicto al juego, tocado por la elegancia de un dandy, pero, sobre todo, con una afinada capacidad para el cálculo y la medida, su verdadero don. Sólo el magistral pasaje/retrato conjunto del padre y del hijo, en ese viaje en taxi de 103 kms, justificarían ya la lectura de este libro.



El trato con el dinero es sólo el poderoso trasfondo para una hermosa y trágica peripecia novelada. Pauls, desde ese hijo perceptivo e imaginativo, envuelve y gana al lector con su prosa firme, aderezada del toque cínico de quien ha librado ya muchas batallas en el mundo y en la literatura, con un texto sólido y trabado, que deslumbra por su capacidad de observación. Secretos familiares, herencias, devaluaciones monetarias, deudas por pagar, golpes de fortuna y bancarrotas, prefiguraciones y auspicios del horror militar y policial que pronto llegaría... son sólo el tablero de juego en el que se nos habla del poder del dinero para crear, devorar o cicatrizar, pero también de asuntos tan serios como el fracaso de los proyectos amorosos, la pérdida de un padre (qué poderosa y larga evocación) o la decadencia y trastorno de una madre que, por cierto, enferma o declina en su belleza al hilo de las sucesivas debacles inflacionarias del mundo y del alma.