Patrick Modiano. Foto: Sophie Bassouls

Traducción: A. Elvira Rodríguez. Ed. Cabaret Voltaire, 2013. 173 páginas, 17'95 euros



Siempre es un valor seguro publicar a Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945). Un circo pasa, la novela breve que sale por primera vez en España, no es, ni mucho menos, su obra más reciente. Data de 1992. Modiano, uno de los grandes autores franceses actuales, ha obtenido los premios más importantes de su país: el Goncourt, el de la Académie Française, el Nacional de las Letras. Desde La Place de l'Étoile, su primera novela, publicada hace unos 35 años, cautiva a la crítica y a los lectores de una misma manera, su universo no cambia. El estilo es constante, la voz narrativa enigmática, los recuerdos escurridizos, los tiempos indefinidos.



En Un circo pasa, un joven de 18 años conoce a una chica de 21 a raíz de un interrogatorio policiaco. El chico tiene un apartamento en París, vive con un amigo de su padre y a las pocas horas de conocer a la mujer, ésta se instala con él y viven una historia de amor inconfesable. Para que nadie rompa el hechizo, se presentan como hermanos. Y ellos no se confiesan ni su edad, ni su nombre.



Como en los demás textos de Modiano, los personajes apenas se dibujan, se reúnen en bares, en cabarets, y entre ellos lo no-dicho tiene más peso que lo que muestran. Seres que, más que construirse, consiguen destruirse a medida que avanza la novela hasta convertirse en unas sombras: "Hoy, cuando intento recordar aquella noche, veo dos siluetas con un perro subiendo por la avenida", dice el narrador, hablando de sí mismo. Al final de la novela no se sabe gran cosa ni del interrogatorio, ni de los sospechosos, ni siquiera de la historia. Pero se tiene una clara imagen de la fragilidad de la vida, la construcción del destino y el peso de los recuerdos.



La voz de este escritor, el estilo de su discurso, la musicalidad narrativa, quedan impregnados en la piel del lector. ¿Novela policíaca? Un circo pasa empieza con un interrogatorio. ¿Novela de memoria? El personaje busca sus recuerdos sin hallarlos. Sin embargo, en esta novela, París deja de ser la ciudad propicia a los recuerdos y se convierte para los personajes en una cárcel de la que deberán escapar.