Benjamín Prado
El protagonista de esta novela de Benjamín Prado (Madrid, 1961) apareció ya en las dos anteriores. Es Juan Urbano, profesor en excedencia y escritor en apuros, quien recibe el encargo de escribir una novela sobre un ex banquero que acaba de salir de la cárcel, donde cumplió condena por ilegalidades cometidas en la dirección de varias empresas y en la presidencia de un banco. El encargo se le ofrece a través de la secretaria del ex banquero Martín Duque, la economista y abogada Isabel Escandón, con quien habrá de viajar a Oriente en busca de sumas millonarias de dinero robado y evadido a través de paraísos fiscales.La novela reúne los ingredientes adecuados para colmar el interés de un amplio abanico de lectores. Porque su historia recrea episodios muy conocidos en las últimas décadas, latrocinios de guante blanco perpetrados en las más altas esferas del poder financiero. Tantas maniobras de rápido enriquecimiento de unos pocos en operaciones especulativas ajenas a toda moral pudieron desarrollarse con el favor de un sistema financiero sin reglas.
Ajuste de cuentas se define por su intriga creada en la investigación de Juan Urbano tras los pasos del ex banquero con la colaboración de la seductora Isabel Escandón. Los encuentros de ambos y, sobre todo, su viaje a Hong Kong constituyen momentos de tensión narrativa bien explotada en sus averiguaciones combinadas con juegos de acercamiento transmitidos en diálogos cargados de doble sentido. Así las maquiavélicas operaciones trazadas con frialdad por empresarios, banqueros, jueces, políticos y otros profesionales crecidos en la corrupción tienen su glamuroso contrapunto en la intervención de la bella y corrupta secretaria del ex banquero. Y la novela se enriquece con la lucha interna de Juan Urbano por su dignidad como escritor en guerra consigo mismo por haberse vendido al dinero de Duque. En la recreación novelesca de la vida de Martín Duque, desarrollada como un relato "in fieri" que va creciendo según las investigaciones, la perspectiva de Urbano narrador se añaden las de Isabel con sus confidencias y las de otros personajes entrevistados por Urbano. Y al cabo la novela representa el triunfo del escritor en los dos retos asumidos: superar el conflicto de no querer escribirla por encargo y lograr componer su novela en libertad, a lo cual se añade la publicación, en libro aparte (Qué escondes en la mano), de siete cuentos esbozados en la novela y que el narrador no ha conseguido acabar.