Danilo Kis
"Nos entregas como ovejas al matadero, / Y nos has esparcido entre las naciones. / […] Despierta, ¿por qué duermes Señor? / […] ¿Por qué escondes tu rostro, / Y te olvidas de nuestra aflicción?". Danilo Kis se inspiró en Salmos 44 para titular su debut literario, que incluyó otro libro titulado La buhardilla. Ambos aparecieron en 1962. Hijo de madre montenegrina y padre judío, Kis nació en Subótica, Serbia, en el año 1935. Sólo tenía diez años cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, pero su infancia había transcurrido en los Balcanes, "una región que -según Churchill- produce más historia de la que puede digerir". En nuestro país, Kis era relativamente desconocido hasta que Acantilado anunció en 2006 su intención de traducir y publicar la totalidad de su obra. Es cierto que ya habían aparecido algunos títulos, pero el lector español no había llegado a formarse una idea clara de su personalidad literaria. El tristemente desaparecido Jaume Vallcorba advirtió de inmediato la importancia del autor y asumió el compromiso de difundir su obra.Salmo 44 ya contiene los rasgos estilísticos que se consolidarían con el tiempo: una prosa poética, profunda, reflexiva, minuciosa; unos personajes cuidadosamente construidos, humanos hasta lo intolerable, pues abarcan todos los comportamientos posibles, desde la crueldad hasta la inocencia; unas tramas que explotan, se dispersan y se recomponen, manteniendo la tensión narrativa hasta la última página. Estas cualidades formales, que reproducen los aspectos más creativos de la novela centroeuropea (Thomas Mann, Robert Musil, Joseph Roth), conviven con un profundo sentido ético y una firme determinación de comprender la violencia del siglo XX.
Danilo Kis murió en París en 1989. Esa circunstancia le permitió conocer las primeras fases de la desintegración de la antigua Yugoslavia, cuando Kosovo y Vojvodina se rebelaron contra la dominación serbia. Salmo 44 es una novela sobre la Shoah, que relata la peripecia de tres mujeres judías en los últimos días de Auschwitz: Polia, Zana y Marija. Polia agoniza en su litera y Marija espera un niño. Jakob, su marido, es médico y eso le ha salvado la vida, pues colabora con el doctor Nietzsche en sus experimentos médicos. Es indudable que Kis se basa en la historia real del médico húngaro Miklós Nyiszli, que colaboró con Josef Mengele, diseccionando cadáveres de enanos y gemelos. Marija alumbra a Jan, el único Dios al que reconoce y logra huir con Zana. La inminencia de la liberación transforma la muerte en una expectativa insoportable, pues la esperanza ya no es algo remoto, sino una posibilidad real. El doctor Nietzsche sabe que Alemania ha perdido la guerra, pero quiere preservar sus investigaciones. Piensa que el nazismo sobrevivirá a su propia extinción, ya que encarna la esencia de la cultura occidental y tal vez uno de los impulsos más destructivos del ser humano: "la pasión por el abuso y la humillación del otro", incluso en su forma más cercana, como prójimo.
Kis no simpatiza con los sentimientos religiosos, pues allí donde se nombra a Dios brota el odio. El furor exterminador de los nazis, que reclutan a carniceros para degollar a judíos y gitanos, posee un carácter místico. La milicia ustacha fue la más cruel y despiadada. Nacionalistas croatas y fervientes católicos, su sadismo estremeció al mismísimo Heinrich Himmler, partidario de los fusilamientos rutinarios. Kis no sucumbe al pesimismo. Jan, el niño nacido en Auschwitz, lleva "el sello del martirio" y "el obelisco de la alegría". Su existencia es la mejor impugnación del Übermensch de Zaratustra. Es difícil ser optimista en el siglo de los genocidios, pero Kis considera que la esperanza hay que inventarla, incluso en un universo sin Dios y lleno de injusticias. "El verdadero muerto es sólo un hombre sin esperanza". Salmo 44 no es la mejor novela del escritor serbio, pero posee una intensidad y una sinceridad irrepetibles. Es el don del primer libro, que surge de la urgencia de escribir y no del hábito del oficio aprendido.