Reyes Monforte. Foto: Archivo

Una pasión rusa, ganadora del Premio de Novela Histórica Alfonso X, supone un paso significativo en la trayectoria de Reyes Monforte, periodista y escritora que viene manteniéndose en la actualidad narrativa desde que publicara en 2007 su exitosa primera novela, Un burka por amor, a la que siguieron otros títulos cuyo eje temático coincide con el que vertebra las casi 600 páginas de esta obra. Así lo evidencia el título, descriptivo con la idea que representa el primer plano narrativo del relato: la gran historia de amor vivida por la española Lina Codina (1897-1989) y el ruso Serguéi Prokóviev (1891-1953), uno de los grandes compositores del siglo XX, relación larga e intensa, condicionada por el carácter del genio, y "el torbellino de casualidades funestas" que hizo de sus vidas objeto de la sinrazón derivada del estalinismo soviético.



Comienza la novela con Lina en el Gulag, donde la llevó la acusación de "espionaje y traición a la patria", y allí busca abrigarse con los recuerdos que componen su vida. De ese modo la novela justifica su composición de viaje retrospectivo a lo largo de su vida con Serguéi, por los momentos y las personalidades que la marcaron.



Eso por un lado. Pero al ser objetivo del mencionado premio destacar novelas que "ayuden al lector a profundizar en el conocimiento de la historia", el escenario busca ocupar un lugar tan relevante como la propia historia de amor, lo que añade valor y dimensión al argumento de lo que bien podría considerarse una biografía novelada. Sin embargo, hay en la novela más recreación que creación propia, y le pesa el exceso de exposición, el afán por cubrir con documentación histórica el recorrido narrativo por los hechos más relevantes. El resultado es una descompensación en el doble cometido de fundir los dos planos, aunque el fuerte de la autora está en su estilo, capaz de mantener, de principio a fin, el aliento de historias de este calibre.