Attila Bartis

Traducción de J. Faller y A. Cienfuegos. Acantilado. Barcelona, 2016. 144 páginas. 16€

Fotógrafo y narrador, Attila Bartis (Transilvania, 1968) es una de las voces más prometedoras de la nueva narrativa centroeuropea. Exiliado con su familia desde los 16 años en Budapest, tras las represalias sufridas por su padre, periodista, ha obtenido los premios Tibor-Déry Prize y el Márai, y su novela La calma (Acantilado) fue considerada el mejor libro del año en Hungría en 2001.



El paseo, su ópera prima, narra la infancia y juventud de un niño arrojado del hogar tras la muerte de su abuelo, castigado por un régimen innominado y dictatorial. La supuesta rehabilitación del abuelo parece cambiar su suerte, pues va a ser trasladado al balneario donde está el resto de su familia, pero durante unas revueltas será testigo del asesinato de la única persona que le había mostrado cariño, Adel. Y descubrirá lo absurdo de la revolución: "el que le dice a un revolucionario que no es que él sea un contrarrevolucionario, sólo que no es revolucionario, ya es un contrarrevolucionario . Y además da absolutamente igual, puesto que [el revolucionario] lo va a matar" (p. 43).



El descubrimiento del sexo y la presencia constante de la muerte aceleran la madurez de un joven sin niñez ("el sólo hecho de sentir terror es no tener infancia" p. 78) en el que se refleja el drama de todo un pueblo. Con ecos de Kafka, Camus y Hrabal, el relato deslumbra y conmueve por su intensidad, contención y tristeza.