Teru Miyamoto
Eclipsado por el éxito mediático de Haruki Murakami, Teru Miyamoto (Kobe, 1947) es en España un autor casi secreto. En efecto, nada hay en sus páginas del Tokio estruendoso y abrumador de nuestros días: lo que Miyamoto narra es la desolación y la nostalgia del Japón derrotado tras la segunda guerra mundial, un país empobrecido y desmoralizado, que intentaba reconstruir su identidad contra toda esperanza.El río de las luciérnagas reúne dos nouvelles: Río de lodo, galardonada con el premio Akutagawa a la mejor opera prima, y la que da título al volumen, premio Osamu Dazai: en ambas es un niño el protagonista, y en ambas un río juega un papel esencial como símbolo del fin de la infancia. Sin embargo, mientras en el primer relato el agua permanece estancada, y sólo arrastra desechos, en el segundo se trata de un río vigoroso, que fluye como la esperanza. En ambos los niños se enfrentan a situaciones críticas: En Río de lodo Nobuo acabará abandonando el pueblo con su familia en busca de un futuro mejor, mientras que Tatsuo contemplará la agonía y muerte de su padre, sentirá el mordisco de la miseria y vivirá su primer amor con Eiko, mientras sueña con ver el baile de las luciérnagas al final de la primavera, símbolo, de nuevo, de la esperanza.