Carlos Montero
La novela negra debe moverse dentro de parámetros que tienen que ver con el tono y el clima. El último premio Primavera, Carlos Montero (Ourense, 1972), debido, quizá, a su profesión de guionista televisivo, consigue ese clima inherente a la novela negra y que hace de El desorden que dejas una obra sorprendentemente apetecible. Montero sitúa la acción in media res; una profesora de un instituto rural aparece ahogada en un pantano, y todo apunta al suicidio. Su sustituta, Raquel, será quien empiece sus pesquisas para resolver el crimen, al toparse con las prácticas de coacción a la que la someten un par de alumnos.Montero dibuja un thriller negrísimo sobre la asfixia moral de los institutos rurales. Por la novela desfilan señores de la droga, alumnos con dominio de las redes sociales, y una profunda reflexión sobre la custodia de la intimidad en nuestros tiempos. Sobresaliente el escenario, Novariz: una población rural gallega apócrifa que se adapta perfectamente a una trama tan dura. Montero acierta también con el relato en primera persona, y el modo convincente en que recrea una voz femenina, la de Raquel, a la hora de resolver un crimen y hasta su propia existencia, plena de secretos.
Sobran algunas escenas de sexo y algunos resabios moralizantes típicas de las tv movies, que el autor resuelve de manera pobre, entre un alarde de sinceridad y la consabida autocensura.
@JesusNJurado