Victoria González Ledesma

Planeta. Barcelona, 2017. 318 páginas, 19'50€

En 1983 se publicaba Expediente Barcelona, la primera de las novelas de Francisco González Ledesma protagonizadas por el comisario Ricardo Méndez, un exboxeador, arrabalero y curtido investigador barcelonés. Un año más tarde el mismo comisario aparecía en Crónica sentimental en rojo, la novela que le valió a su autor el premio Planeta y el reconocimiento de los lectores españoles, cuando ya su popularidad era inmensa en Francia, donde es un auténtico clásico.



Ahora Méndez vuelve de la mano de Victoria González, la hija del escritor, narradora curtida en muchos años de oficio periodístico y ahora novelista debutante. La novela nos sitúa en la juventud del comisario para servirnos la génesis del héroe, cuando apenas es un niño del Poble Sec, hijo de inmigrantes, enamorado de la guapa del barrio. El asesinato de la chica a quien ama y la sospecha que de inmediato recae sobre él son los puntos de arranque de una trama que mantiene la intriga y el ritmo hasta el final.



Aquí encontramos el cinismo de Méndez, su ironía, su sagacidad. También las dos Barcelonas que siempre fueron su hábitat: la más humilde y la más selecta. Todo entremezclado con un homenaje a los años de posguerra en los que se adivina un guiño al pasado del autor original.



En resumen, una novela nostálgica, pero sobre todo sorprendente. Los seguidores de Méndez le deben una a Victoria González.