Historia del Huérfano

Saqueo inglés de Cádiz, una de las aventuras

La literatura ha explotado muchas veces el falso hallazgo de un manuscrito para justificar una ficción. Historia del Huérfano, inédita hasta ahora y firmada con el pseudónimo Andrés de León, no procede de un milagroso e inesperado hallazgo, sino del rigor filológico de Belinda Palacios, que ha editado el manuscrito, y del amor de la Biblioteca Castro por los clásicos. La Hispanic Society of America posee el único ejemplar que se conserva, probablemente una copia del manuscrito original. Por su estado, todo indica que un amanuense había pasado a limpio el texto para su publicación. Hasta el siglo XIX apenas se prestó interés a la literatura producida en las colonias, lo cual explica que la Historia del Huérfano dormitara en un inmerecido olvido durante siglos. Concluida hacia 1621, todo apunta que la autoría corresponde al agustino Martín de León y Cárdenas. Nacido en Archidona, Málaga, en 1584, Martín de León se ordenó sacerdote y partió hacia las Indias. Su amistad con el virrey del Perú le ayudó a escalar posiciones. Cuando volvió a España, obtuvo el título de maestro en Teología. Obispo de Pozzuoli y, más tarde, Arzobispo de Palermo. Murió en 1655.

La Historia del Huérfano recurre a la tercera persona para narrar los trabajos y fatigas de un hijo de "padres más nobles que poderosos", cuyo temperamento inquieto le incita a la aventura desde muy joven. Con solo catorce años, abandona su Granada natal y se embarca hacia el "Mundo Nuevo". Durante un breve período se ejercita en el noble arte militar, participando en las guerras de conquista. En Lima, la ira de un marido celoso le obliga a refugiarse en un convento agustino, donde descubre su vocación religiosa. Misionero en Bogotá, será expulsado de la orden por razones confusas y, más tarde, encarcelado. Misteriosamente, faltan las páginas que relatan el incidente. ¿De nuevo un lío de faldas? El Huérfano logra huir de prisión y adopta el disfraz de soldado para regresar a España. Su intención es conseguir el perdón del Papa. No sospecha que le aguardan grandes aventuras en el camino: el ataque del pirata Francis Drake contra Puerto Rico; el saqueo y la destrucción de Cádiz a manos de los ingleses; una riña de juego en Madrid que acabará con la vida de un hombre; la toma de Ferrara por el papa Clemente VIII; las fastuosas fiestas por el matrimonio entre Margarita de Austria y Felipe III. Después de obtener el perdón papal, el Huérfano regresa a las Indias, rechazando el cargo de prior para vivir el resto de sus días como simple fraile en el convento agustino de Lima.

Parece indiscutible que el autor mezcló ficción y realidad para escribir la biografía de un personaje imaginario, donde proyectar su visión del mundo y ajustar cuentas con su pasado. No se trata de una vida ejemplar, pero sí de una peripecia singular que evidencia amor a España, una devoción sincera y una ardiente curiosidad por los asuntos de su tiempo. Aunque hay referencias a los héroes griegos, el Huérfano no pretende emular a Aquiles o Ulises, sino actuar como un paladín cristiano. Su carácter apasionado le implica en incidentes indignos -insulta a un capitán, arranca a mordiscos la nariz de un rival-, pero el sentido cristiano de la contrición prevalece sobre la furia, imponiéndole un honroso final. En Historia del Huérfano proliferan las digresiones sobre ciencia, historia, política. A veces, se desciende hasta el chisme y el hecho escabroso. Además, se intercalan poesías. Estamos muy lejos de una inspiración portentosa como la de Quevedo, pero sí podemos hablar de un texto moderno que concibe la creación literaria como apertura infinita. La prohibición de importar e imprimir novelas a las colonias pudo influir en la hibridez que caracteriza al texto, que no es una simple miscelánea. La falsa biografía del fraile y soldado reúne todas las características de las grandes obras literarias: pasión por el hombre, amor por la vida, fervor por la palabra, inquietud espiritual, sentido ético, agilidad narrativa. Sus páginas reflejan una época, pero -además- crean un universo autónomo, un mundo que se sostiene por sí solo. Escrita "para ejemplo del mundo" y para que el olvido "no la oculte", la Historia del Huérfano nos hace sentir que aventura, vida y literatura sólo son los distintos nombres de un prodigio irrepetible: estar en el mundo y poder contarlo.

@Rafael_Narbona