Jack Ketchum. Foto: Biblioteca de Carfax.

Jack Ketchum. Foto: Biblioteca de Carfax.

Novela

'Temporada baja', de Jack Ketchum, maestro del terror: el canibalismo como reflejo del horror humano

En las novelas del escritor y guionista estadounidense, fallecido en 2021, todo lo sientes, lo hueles, se te mete debajo de la piel, resulta oscuro y brutal.

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He leído en más de una ocasión que la literatura de Jack Ketchum (1946-2018) es dura y no apta para todos los públicos, aun cuando en los informativos televisivos se ven acciones cotidianas violentísimas con una normalidad pasmosa. ¿Por qué un telespectador asume las imágenes del genocidio de Gaza y se aproxima a una ficción con cierta reserva? Posiblemente por la insensibilidad que hemos creado como humanidad ante estos episodios y por la fuerza que representan las grandes ficciones en nuestra mente. Y la de Jack Ketchum lo es.

Temporada baja

Jack Ketchum

Traducción de María Pérez de San Román. Biblioteca de Carfax, 2024 279. páginas. 22,50€

Advierto esto porque nadie debería tener esta consideración en cuenta para leer o no las fascinantes historias que narra el autor de La chica de al lado. De hecho, el propio escritor da cuenta en el epílogo de los vaivenes de la edición del libro, además de que también viene acompañado de un relato, Criatura de invierno, que anticipa el origen de estos niños crueles. Un creador que habla de las fracturas morales y emocionales de la condición humana con una complejidad sencilla por paradójico que suene. Por algo, el maestro Stephen King lo denominó el más aterrador de Estados Unidos.

Temporada baja propone una línea de acción familiar. Carla, una editora, ha alquilado una casa para trabajar con tranquilidad pero ha invitado a su hermana, a su novio y unos amigos a visitarla unos días antes de encerrarse durante unas semanas. Lo que sucede es tan inesperado como crudo. En la zona viven unos salvajes caníbales y lo que se presumía una desconexión divertida se convierte en supervivencia.

El miedo y la violencia son los elementos presentes que se adueñan del relato con una cegadora potencia. La trama sucede en septiembre de 1981 a lo largo de dos días intensos que van de la calma a una tensión que aumenta en dos líneas narrativas alternas: la de Carla, los amigos y los salvajes; y la del sheriff Peters, que empieza a relacionar elementos pasados cuando una mujer herida llega al hospital.

El estilo de Ketchum es directo, con una prosa limpia que maneja los códigos emotivos y afectivos de sus personajes con maestría. Y esto lo hace creando situaciones que definen el estado sentimental en el que se encuentran los mismos, sin necesidad de elaborados discursos, con unos diálogos naturalistas y con una capacidad para mostrar las debilidades y fortalezas de los protagonistas con ambigüedad.

En las novelas de Jack Ketchum todo lo sientes, lo hueles, se te mete debajo de la piel, resulta brutal

Temporada baja fue la primera novela de Ketchum. En ella, ya mostró su idea de horror, que no es otra que señalar una experiencia extrema pegada a lo más hondo del ser humano. Una historia sin fantasmas ni otros seres fantásticos, porque los fantasmas y lo extraordinario para bien y para mal está en el alma de cada persona. Por eso, en sus obras el terror funciona a través de las emociones.

Su horror procede de la naturaleza humana y se desarrolla por medio de la tonalidad emocional del lenguaje. Un lenguaje económico de gran fuerza expresiva. Así, la realidad más común se torna perturbadora y nos hace reflexionar sobre nuestros límites y miedos del modo más penetrante. Las extraordinarias novelas de Ketchum suponen un desafío a nuestras ideas sobre lo que somos en cada uno de los ámbitos de la existencia.

Por eso, los lectores que se acerquen a sus libros encontrarán algo diferente en forma de realidad perturbadora por hombres, mujeres y niños que conocemos, que nos resultan cercanos, como la arrebatadora historia que cuenta en Temporada baja. Tal vez, la diferencia es que en las novelas de Ketchum todo lo sientes, lo hueles, se te mete debajo de la piel, resulta oscuro y brutal, pero a un tiempo descubres que siempre hay un rescoldo de luz.