Trescientos sesenta y cinco días y algunos leyendo cómics. Doce meses para enfrentarse al reto esperado, creo que necesario, de echar la vista atrás y proponer obras que compartir. Sin más pretensiones que iluminar al interesado o resolver al indeciso un regalo de última hora, se alumbra esta lista, que no selección, nacida de la curiosidad y las ganas de provocar. Sabedor de que no se trata de acertar sino de dejar constancia de que un año más el cómic sigue en forma poniendo en escaparates y anaqueles de librerías mucho y a veces muy bueno, estamos ante un carrusel variopinto donde cada uno puede encontrar su manera de escapar de la rutina con una novela gráfica entre las manos.

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Si algo destaca de este 2022 es la presencia abrumadora de autoras femeninas compartiendo intimidades y puntos de vista sobre la vida que acontece. También descubrimos manga a tutiplén gracias a la efervescencia proporcionada por nuevas editoriales. A esto le añadimos biografías de actualidad, adaptaciones literarias de clásicos y no tan clásicos y siguiendo una tradición no escrita, ensayos en forma de cómic sobre temas actualidad que ya se imaginan: Putin, guerras varias y el cambio climático en sus diferentes versiones.

En esta ocasión he preferido elegir cómics contundentes, que se aman o se odian, que dejan la indiferencia en un cajón, y por tanto inolvidables a su manera, como este año que ahora acaba. En fin, que hay donde elegir para entretenerse, o lamentarse, o emocionarse o sacar algo en claro. Pasen y vean.

1. Hierba

Keum Suk Gendry-Kim (Reservoir Books)

El trazo en blanco y negro impregnado de sinceridad y sencillez sirve a Keum Suk para sumergirnos sin ambigüedades en un momento oscuro de la historia reciente. En Hierba, la autora coreana rinde tributo a la memoria de Lee Ok-Sun, superviviente de las "casas de consolación" de la Segunda Guerra Mundial, aquellos tugurios donde los soldados japoneses aliviaban sus necesidades sexuales con jóvenes compradas o secuestradas en China y Corea.

La prostitución forzada imprime aún más dolor a estas existencias inhumanas, en las que la desesperanza convive con el anhelo de justicia, mientras el desgarro en que habitan estas mujeres se incrusta sin tibiezas en viñetas y diálogos. El cómic como testigo de la violencia más innecesaria.

2. Túneles

Rutu Modan (Salamandra Graphic)

Siempre que la autora israelí Rutu Modan saca una obra al mercado acaba siendo uno de los cómics del año. Dotada de un talento especial para construir tramas con personajes cómplices y ocurrentes, en Túneles combina una investigación arqueológica para encontrar el Arca de la Alianza con una sátira sociopolítica donde el lado humano define el dinamismo del relato.

Una comicidad cómplice empaña todo el argumento delineado en la mejor tradición de la línea clara. Como telón de fondo, el conflicto entre Israel y Palestina, sazonado con diálogos chispeantes que muestran las barreras personales y religiosas de los protagonistas. Entretenimiento de altura aderezado de guiños culturales.

3. Jolgorio

Brecht Evens (Astiberri)

Jolgorio

Pasan los años y cada obra de Brecht Evens confirma la maestría de este autor para recrear universos de gentes variopintas que se entrecruzan buscando respuestas al día a día cotidiano. Aquí, una espiral desbordante de tramas paralelas y fiesta épica se convierten en un torbellino visual arropado por las vibrantes conversaciones de los protagonistas.

La oferta de este fascinante cómic es singular: sumergirse de nuevo en una noche interminable de luces de neón, garitos sofisticados y juegos existenciales. Entre acuarelas y bailes asistimos al frenesí enloquecido de una noche de jolgorio donde si presta atención, hasta la música suena.

4. Kokoro

Igort (Salamandra Graphic)

La cultura japonesa presentada como un paisaje irregular de cumbres de sensibilidad y simas de desesperación. Kokoro es un recorrido por todo aquello que define Japón y que sin embargo no lo explica, un cómic acotado por el lirismo de las palabras y la simbología poderosa de las ilustraciones.

Buscando el sonido oculto de las cosas, su corazón palpitante, el autor italiano Igort apela a la melodía que conecta lo que nos rodea con nosotros mismos. Porque a veces simplemente necesitamos contar con otra forma de compartir el mundo terrible que nos rodea, y a la vez revelar la belleza inadvertida de los detalles.

5. El fuego

David Rubín (Astiberri)

Si hay un autor donde la tragedia se convierte en épica y la envuelve con una propuesta visual exuberante ese es David Rubín. En Fuego, un apocalipsis inminente permite mostrar las contradicciones de la humanidad con el característico estilo gráfico del autor gallego: profusión de color a doble página donde recrear la mirada y zambullirse en una explosión cromática.

Una distopía adrenalínica con anti-héroe en busca de redención y el trasfondo del mundo en vías de extinción. Ciencia-ficción existencialista con moralina para disfrutar del poderío de la ilustración de David Rubín.

6. Escucha hermosa Márcia

Marcello Quintanilha (Astiberri)

Escucha hermosa Márcia es un tour de force gráfico salido del pincel de brasileño Marcello Quintanilha que muestra la vida familiar de Márcia, enfermera en Río de Janeiro, cuya rutina se ve trastocada por las desventuras de hija Jacqueline. Una oportunidad para descubrir la turbulenta convivencia de las dos protagonistas, salpicada por las imposiciones cotidianas de las favelas y la corrupción de la policía brasileña.

La exquisitez visual de páginas plagadas de ritmo, de tonos luminosos, de colores pastel y personajes rotundos conquistan desde la primera viñeta. Una tragicomedia costumbrista inspirada, emocional y vibrante liderada por la energía y el compromiso de una protagonista inolvidable. Premiado con el Fauve d'Or al mejor álbum del año en el Festival de Cómic de Angoulême 2022.

7. Clase de actuación

Nick Drnaso (Salamandra Graphic)

Al parecer los inadaptados pueblan el planeta Tierra. O eso piensa Nick Drnaso. Clase de actuación es una lección magistral sobre las limitaciones autoimpuestas, sobre los límites de realidad y fantasía, sobre por qué miedo y deseo van siempre de la mano.

Una cuadrilla de personajes singulares se da cita en este cómic para compartir sus inquietudes más íntimas en unas clases de actuación lideradas por un profesor con una ética opinable. Con los recursos expresivos reducidos al máximo, Nick Drnaso nos ilumina y a la vez nos deja pensativos poniendo en evidencia la condición humana en un relato inquietante, visualmente minimalista, donde el cómic se convierte en teatro.

8. La joven y el mar

Catherine Meurisse (Impedimenta)

Para que una pieza creativa deje un grato recuerdo no necesita ser transgresora o lúcida, a lo mejor basta con que sea entrañable. Y en esta labor Chaterine Meurisse es una experta. Combinando la sensibilidad de los grabados japoneses con las inquietudes de una ilustradora occidental nos zambullimos en la naturaleza desde una perspectiva oriental.

Un recorrido vivificante por una forma de entender la pintura a través de los estimulantes paisajes que rodean Kioto y por el camino redescubrir la propia identidad. Un cómic regenerador nacido del talento de la autora francesa para compartir sus emociones y su sensibilidad, pasada por el filtro Ikigai.

9. El paciente

Timothé Le Boucher (Nuevo Nueve editores)

El género de investigación criminal siempre ha encontrado en el cómic un espacio donde capturar adeptos. Timothé Le Boucher nos lanza a las manos un thriller psicológico donde nada es lo que parece: tiempo e identidad se entrecruzan para esclarecer la masacre de una familia. Suspense de alto voltaje con final abierto para seguidores incondicionales del misterio y los giros inesperados de la trama.

10. Chacales

Nadia Hafid (Sapristi)

Nadia Hafid es una de las ilustradoras más prometedoras del panorama nacional. Lo demuestra el hecho de que es capaz de combinar tres ingredientes con éxito: una voz propia, capacidad para narrar y virtuosismo gráfico. Chacales refleja en sus viñetas la exigencia y dureza de las condiciones vitales de muchas personas en un entorno social que no acepta bien a los que son diferentes.

El trazo minimalista delinea gestos y muecas que se desenvuelve en páginas de precisión arquitectónica donde habitan las emociones y conflictos de los personajes. Diálogos esculpidos con aristas reconocen algunos de los problemas que habitan en nuestra sociedad y que aquí se envuelven de una propuesta gráfica impregnada de belleza. Imprescindible para estar al día y una invitación para reflexionar.