Oficialmente, el cómic hace su debut 200 años atrás de la mano del suizo Roland Töpffer. Desde sus orígenes como lenguaje, esta forma artística siempre ha mantenido un compromiso con el retrato social. Por alguna razón, existe un cordón umbilical oculto entre cómic y el relato sobre los menos favorecidos. Las caricaturas de The Yellow Kid (1896) en el New York World de Joe Pulitzer lanzan una mirada crítica con toques de humor sobre los pormenores de la convivencia en los agitados muelles de la Nueva York de aquellos tiempos.
Cien años más tarde, este retrato social adopta la forma de reportaje bélico con la ayuda de Joe Sacco en Gorazde: Zona protegida (2000), obra áspera y realista que documenta las miserias de la pasada guerra de Bosnia. Más recientemente, Olivier Kluger ilustra el drama de los refugiados iraníes con su emotivo documento visual Escapar de la guerra y de las olas (2019).
Y tras todo este tiempo, este compromiso permanece vigente. El brasileño afincado en Barcelona Marcello Quintanilha ha ganado este pasado año el primer premio del Festival de Angulema con Escucha, hermosa Márcia (2022), una novela gráfica acerca de la convivencia en las favelas de Río de Janeiro.
La calidad creciente de la obra de este autor culmina con el relato de Marcia, una enfermera oronda y entregada a su trabajo pero también preocupada por su hija Jaqueline, atraída hacia la vida fácil de las malas compañías que frecuenta. Una difícil decisión marcará el futuro de ambas mientras recorremos calles y casuchas en páginas impregnadas con la tensión rítmica de la música local.
La cronología lineal de la trama no requiere de sofisticación, no la necesita. El dibujante y guionista despliega su talento creativo entre los diálogos vibrantes, a veces vehementes, y el colorido imposible de tonos pastel que inunda cada página para zarandearnos con los vaivenes que acontecen.
Un relato sin ganadores, a los que el día a día cada vez aprieta un poco más, pero iluminado por personajes capaces de enfrentarse a un nuevo amanecer con las ganas de seguir viviendo. Un cómic áspero y a la vez reconfortante.