A la Musa le gusta la ironía. 31poemas inspirados en canciones de David Bowie, Dogos (Valencia: Pre-Textos, 2011) suena más a poesía española ultracanónica que a protopop anti absolutamente todo. Antonio Portela sabe de qué bando quiere estar, y a los clásicos les jura fideli- dad incondicional, con una técnica sobradamente testada y a prueba de novedades: "sangre rivera, sangre lava, [...]/ definitivamente sangre ola". Contra la explosión creativa del siempre joven Dorian Bowie, poemas de mester sin edad, sin sorpresas, comme il faut.



Un poema (Sevilla: Alfar, 2010) es muchos: el microcosmos intertextual que conecta las lenguas y los lenguajes, reales o posibles, del idiolecto de Francisco Deco. Léxico en desuso, imágenes de cine lírico, tipografías lo bastante flexibles para expresar por sí mismas los estados de conciencia que llamamos tradición literaria . "RECUerde el almadormida" no corrige, ni siquiera reescribe a Manrique: lo redimensiona plásticamente para deconstruirlo poéticamente como collage de códigos e imaginarios. Un nuevo Novísimo para quien la tradición es vocación.



Lo que se dice es, en realidad, lo que se calla. Y lo demás, letra muerta. Cenotafio: Antología poética (1969-2009) (Madrid: Cátedra, 2011) cuenta cómo Jaime Siles demostró que, en poesía, los silencios importan más que los versos: "Al balbuciente dios/ de todas las palabras/ que enmudece su habla/ y oculta su callar". Para respirar, el lenguaje necesita espacios vacíos, una técnica limpia y sencilla: el virtuosismo es mester de poetas, pero malos. Los Novísimos son pasado sin historia: el minimalismo de Siles, historia de un presente siempre nuevo.