Luis Bagué Quílez

XXV Premio Unicaja de Poesía. Visor, 2011. 65 pp., 10 euros

Es un no acabar. Estemos donde estemos, siempre estamos en el presente. Que, además, no existe. Unos hacen de ello tragedia. Otros, comedia. Luis Bagué Quílez, poesía.



"Un día más o menos. Cualquier día./ Esa clase de día que no esperas/ encontrarte a la vuelta de un poema". Más que un título, Página en construcción es un eufemismo: Vida/Identidad/ Sinsentido en construcción tampoco mentirían sobre la actitud de un poeta no exactamente pesimista, tampoco estoico, pero sí de un relativismo que conduce a la moderación, material y emocional, como única estrategia viable de supervivencia. La influencia del pensamiento postmoderno (Barthes, Derrida y Baudrillard, especialmente) asfixia ilusiones y esperanzas, sobre todo las vanas. Página en construcción consta de múltiples niveles de lectura, desde el puramente anecdótico (lo cotidiano y sus locuras) hasta el teórico-crítico, con recurrencia de conceptos filosófico-semióticos como la alteridad o la falta de punto de apoyo para mover el mundo: "El semáforo cambia./ La sombra disminuye./ Con el texto se pierde/ también la referencia". Nada es real, ni siquiera la realidad misma. Desaparece la verdad, o se multiplica ad infinitum, que para el caso es lo mismo. Luis Bagué Quílez reescribe mucho, pero escribe más, mejor: "Tú también/ herederás la tierra/ perforada por las excavadoras" viene de lejos para detenerse (cómo no) en el ahora, transformando los ecos sapienciales en cultura postecológica.



Intelectual, erudito y orgulloso de serlo, Página en construcción es un ajuste de cuentas con la historia de la literatura española. El arte pop es el único arte posible. Bowie, Lagartija Nick u Homero: aquí todos decimos lo mismo. Ideas, emociones, contradicciones, conocimiento, memoria: se acabaron las fronteras artificiales. Cerebro, poesía, vida: los procesos interminables.