Árboles con tronco pintado de blanco
Juan Antonio Bernier
3 febrero, 2012 01:00Juan Antonio Bernier
Trabajar en lo mínimo del discurso, haikus o formas similares, era una de las características de Así procede el pájaro, el anterior y muy interesante primer libro, de Juan Antonio Bernier (Córdoba, 1976), y que se prolonga en esta nueva publicación. Pero lo decisivo es si a la brevedad va unida o no una intensidad en el decir y, tanto en el mencionado libro como en el presente ha de afirmarse que así es. Incluso en aquellos casos en que el poema es algo más extenso se organiza como si fuese una sucesión de unidades menores, que puede llegar a leerse como independientes. Y hay haikus estrictos, como el espléndido "Amarillean, / porque el sol es azul, / las hojas verdes", cuya sinfonía de colores en transformación cobra alcance teórico al atender al título, "La naturaleza es el país de la lengua", como si dijese habla y mundo son una misma cosa en metamorfosis, lo que parece reiterarse en "Palabras/ provocadas/ por el tacto".La escritura de Juan Antonio Bernier se hila, pues, con muy pocos elementos y parte de una especie de iluminación, al modo de la de los maestros japoneses, y su logro de emoción en la lectura no es poco. Procede ésta, al menos en parte, de la presencia del vacío, "Pienso en ti, tu lugar. / Lo que no hay".
Hay en todo el libro una ligereza, una elegancia en el decir, por las que lo concreto parece hacerse abstracto, una abstracción que irremediablemente arrastrase a las cosas. Delicadeza de palabra poética que se ofrece a una lectura gozosa.